Los hermanos Carl y Roy Opgard han triunfado, por así decirlo, en la vida. O al menos lo han hecho partiendo de las ínfimas posibilidades que les brinda un pueblo pequeño como Os. Carl dirige el ostentoso balneario, mientras que Roy sigue a cargo de la gasolinera y sueña con un parque de atracciones a lo grande, con una gigantesca montaña rusa, la mayor del mundo construida en madera.
Sin embargo, cuando el estado recupera los planes para construir una nueva autopista en la región, van a ser precisas acciones contundentes si quieren salvar sus proyectos de futuro. Por su parte, el alguacil de Os está a punto de dar con nuevas pruebas que demuestren la culpabilidad de los hermanos Opgard en varios crímenes del pasado.
Por suerte, a Carl y a Roy no les importa ensuciarse las manos para salvaguardar la prosperidad del pueblo o el apellido de su familia. No se detendrán ante nadie ni ante nada, ni siquiera para defenderse el uno del otro... sobre todo Roy, a quien le gusta usar metáforas relacionadas con su soñada montaña rusa: «Es demasiado tarde para bajarse, ya está en marcha».
La crítica dijo sobre El rey de Os:
«Vuelve a confirmarse quién es el rey del thriller»
Financial Times
«Sin duda, su mejor novela»
Juan Gómez-Jurado
«Convierte al lector en un súbdito»
Alicia Giménez Bartlett
«El maestro del thriller moderno»
Santiago Díaz
«Pura adrenalina literaria»
Domingo Villar
«Un libro especial en todos los sentidos»
Stephen King